Tras año y medio de parón total y siete años después de su último trabajo de estudio, el magistral Volition (cuatro si contamos el experimento Pacific Myth), los canadienses Protest The Hero vuelven a la carga con el esperado Palimpsest, su quinto (o sexto) trabajo de estudio y el primero tras la salida de Moe Carlson y Arif Mirabdolbaghi y la entrada de Cam McLellan al bajo y Mike Ieradi a la batería. Un cambio de formación tan importante suele ser un breakpoint muy importante en la carrera de muchas bandas, y PTH han sabido sortearlo muy bien.
Protest no son precisamente unos recién llegados, la formación canadiense lleva más de 20 años en la escena musical, habiendo conseguido a lo largo de estos años forjar un sonido único a base de mezclar géneros tan dispares como el mathcore, el metalcore o el metal progresivo de nuevo cuño de una forma genuinamente original y fresca, y en este disco nos enseñan una nueva faceta musical dentro de su amplísimo abanico musical. Este nuevo trabajo ha sido publicado bajo el sello finés Spinefarm Records (Amaranthe, Kobra and the Lotus, Amorphis…), una firma altamente especializada en artistas de corte power y heavy, notándose dichas influencias por parte de los productores de este trabajo.
El primer single publicado, The Canary, es una canción al más puro estilo PTH con teclados y batería muy rápidos, con la suave voz de Rody Walker cabalgando melódicamente entre los versos, una pieza muy conservadora que nos hace pensar en un primer momento que el disco va a seguir una senda continuista, pero nada más lejos de la realidad.
Es a partir del segundo single, «From The Sky«, cuando empezamos a ver una tendencia hacia el metal progresivo y un ligero abandono del sonido mathcore más sucio que continuará a lo largo del álbum, pudiendo deberse este cambio tan importante a la salida de Mirabdolbaghi de la formación.
Las letras de ambas canciones tratan sobre la famosa aviadora Amelia Earhart y sobre el desastre del Hindenburg, respectivamente, dejando ver una línea argumental en las letras de este disco y siendo las letras un aspecto especialmente cuidado en la discografía de PTH.
A medida que el disco avanza nos encontramos con varios temas como «Soliloquy» o «Little Snakes», que nos dejan ver la parte más melódica de la banda, viendo como los riffs del disco son aparentemente menos elaborados, pero como se suele decir a veces menos, es más, y este giro más heavy en su sonido suena muy fresco y natural.
Hacia el final llegamos a Gardenias, una de las joyas de este disco. Es aquí donde la formación canadiense pone toda la carne en el asador y consigue hacer una excelente pieza de carácter jazzístico, con constantes cambios de tempo y una voz puramente screamo hacen de este tema uno de los más completos no solo del disco sino de la discografía de la banda.
En resumen, un disco que consigue aportar un matiz más al mosaico sonoro de Protest The Hero, haciendo una ligera transición hacia sonidos más heavys pero sin perder sus raíces musicales.