Dry River – Cuarto Creciente

Dry River Cuarto Creciente 1

Quien no conozca a Dry River a estas alturas de la película es porque no se ha preocupado lo más mínimo en indagar en música de calidad en lo que a rock/ metal se refiere, más alla de sota, caballo y rey que todos conocemos.

Los de Castellón están en un estado de forma descomunal, y quién me iba a decir hace 4 años cuando escuché su recién parido «2038» que llegarían a facturar un álbum, como mínimo, con los mismos estándares de calidad que el anteriormente mencionado, algo para mí, impensable. Y es que precisamente ese «2038» fue el disco del año para el que escribe.

Cabe mencionar que los conocí en 2015, meses después de publicar «Quién tenga algo que decir… que calle para siempre», el segundo disco que sacaron después de «El circo de la tierra», en el lejano 2011. Desde entonces, un ascenso meteórico en su peculiar forma de entender el rock progresivo, con unas cotas de calidad musical estratosféricas, al alcance de los más grandes, y no me refiero sólo a terreno patrio. Pero vamos a hablar de este «Cuarto creciente» que, como una declaración de intenciones, y dudando que el título sea casual, se trata del cuarto plástico de los músicos castellonenses, y joder, sí que está siendo una carrera más que creciente.

La producción corre a cargo nada más y nada menos que de Carlos Raya, un genio en estas lides. Y es que el resultado es realmente de sobresaliente, donde los instrumentos suenan con una maestría exquisita, y se dan la mano con una voz de Ángel Belinchon en estado de gracia (no me cansaré de reiterar que se trata de uno de los vocalistas más grandes y con mayor registro en la actualidad).

La formación actual queda de la siguiente manera:

  • Ángel Belinchon a las voces
  • Pedro Corral a la batería
  • Guillermo Guerrero a las seis cuerdas
  • Miquel Centelles a los teclados
  • Matías Guerrero guitarra
  • David Mascaró al bajo

Análisis tema a tema

Culpable es la encargada de darnos la bienvenida a este genial viaje, y no por casualidad fue elegida como primer adelanto. El trabajo del teclado, esas campanas con ese toque, por qué no decirlo, navideño, y esos coros épicos son los protagonistas. Ángel canta con una potencia y fiereza poco vista hasta ahora, y el estribillo es súper pegadizo. La guitarra con esos riffs potentes marca de la casa también están presentes, con una segunda parte donde la velocidad hace acto de presencia. Descomunal forma de empezar.

Segundo Intento es de mis cortes favoritos. Un aire muy AORiano puramente ochentero, con tintes a Van Halen, a Boston, y donde el teclado es el pilar central del mismo. Los coros también ayudan a dar ese toque de rock melódico tan característico. Precioso tema.

La Libertad viene a golpearte en la cara desde su comienzo potente y directo, una vez más, con un papel destacado de Miguel Centelles tras las teclas, y una relevancia de ambos guitarras en la evolución del tema, dónde Ángel nos demuestra una vez más su capacidad vocal. Otro tema de hard rock machacón con toques melódicos que entran como cuchillo en mantequilla.

La Serpiente va a ser una de las fijas en sus venideros setlist, no tengo la más mínima duda. Qué canción, por favor. Qué potencia, qué guitarras, qué arreglos con instrumentos de cuerda de fondo. Uno de los cortes más oscuros y pesados de la discografía de Dry River, y no sólo en lo musical, también en lo letrístico. De lo más destacado del álbum, si es que podemos destacar algo cuando todo roza la perfección sonora.

Si Estás Tú es la otra cara de la moneda de los castellonenses. Una balada con la que reconozco que me cuesta horrores no soltar una lágrima tras haberla escuchado ya cien veces. Qué preciosismo musical. Esa guitarra rayando el blues, esa voz prodigiosa de Belinchon en su zenit creativo, y ese teclado abrazando todo una forma tan orgánica, te hace preguntarte si esta gente no está encabezando festivales. Y no, no estoy exagerando.

Con Capitán Veneno llega la bacanal musical, el bukkake hipersonoro del año. Permítanme la expresión, y es que se trata del corte de 2022. Ya no sólo por la letra, que para los que somos de Andalucía, sabemos algo de carnaval y conocemos a Juan Carlos Aragón y su obra, apreciamos más aún si cabe. Es que en lo musical estamos ante de una de las canciones más elaboradas en los últimos años en rock/ metal progresivo en España. Pura fantasía, pura evolución. Pura madurez musical en un corte potente, agresivo, pero sumamente elaborado. Nuestro Capitán Veneno estaría orgulloso de ella. El tramo final, si me decís que forma parte de un disco de Symphony X, no me lo creo a pies juntillas precisamente. ¡Qué forma de crear música!

Después de la tempestad vuelve a imperar la calma en Calles Inundadas. Un canto a los recientes recuerdos sembrados por la pandemia. Es imposible escuchar pausadamente este tema con auriculares y que no se te erice el vello. La única explicación que tengo, es que estés muerto por dentro. Un medio tiempo con unos cambios de ritmo que se solapan sin darte cuenta, como una suerte de tema compuesto por varios temas dentro del mismo, pero de una forma tan orgánica que no sabrías diferenciar uno de otro. Tiene un toque a Asfalto palpable. Llegado este punto sólo queda cerrar los ojos y disfrutar. Además, cuenta con la colaboración de la violinista Philippa J. Skilman, lo que dota al corte de una sensibilidad aún mayor.

Funeral diría que es el guiño más obvio a los primeros «Dry River». Un tema desenfadado, alegre, con un toque ciertamente macarra, pero reconozco que siendo una gran pieza, es la menos redonda de todas. El pianista Luis Pardo hace acto de presencia al final para lucirse con un gran sólo, dando un toque vodevil que sienta realmente bien.

Y para despedirnos, los chicos de Castellón de la Plana nos traen esta más que acertada Despedida. Un corte lento, baladesco, pausado, que va de menos a más, y con cierto regusto a homenaje a Carlos Álvarez, ex guitarrista de la banda. Un cierre perfecto para un disco de matrícula de honor.

Conclusión

Dry River hace tiempo que vinieron para quedarse. Tenemos la inmensa suerte de poder disfrutar de una de las mejores agrupaciones que ha visto la península en su historia, que mezcla a la perfección el hard rock, el AOR, el metal melódico y el metal progresivo, y tengo la impresión de que no se les da la repercusión que merecen. Pero creo que poco a poco van recogiendo lo que siembran, y este último Leyendas del Rock comprobé que son una máquina imparable que sólo miran hacia arriba, y lo digo con la certeza de haberlos visto cinco veces en directo y comprobar esa progresión por mí mismo.

Dudo mucho que a día de hoy tengan techo. Lo que tengo claro es que sea Luna Llena, Cuarto Menguante o Cuarto Creciente, sus acérrimos fans estaremos al pie de cañón ayudando para que ese techo sea lo más alto posible.


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Dry River – Cuarto Creciente
Producción
9.3
Feeling
9.7
Nivel instrumental
9.2
Lírica
9
Marcada variedad estilística
Sonido compacto, orgánico
Invita a la reescucha
Gran producción
Quizá no cuaje entre los más metaleros
9.8