Nero Di Marte Immoto 01

Nero Di Marte – Immoto

Bienvenidos a una nueva review de actualidad, hoy es el momento de entrar un poco en profundidad en la figura de Nero Di Marte y su nuevo álbum “Immoto”, que vio la luz el pasado 23 de enero.

Esta banda italiana sigue en forma y publica su 4º álbum (el 3º bajo el nombre de Nero Di Marte), con el que nos vuelven a sorprender y hacen un nuevo trabajo tras 6 años sin material novedoso. Nero Di Marte es una banda realmente complicada de definir por cada disco que han hecho, no se han atado nunca a ningún sonido en especial y eso los ha llevado a Immoto, un álbum que se sitúa en la vanguardia del metal y del metal progresivo.
Tras un primer disco de tech death (bajo el nombre de «Murder Therapy») y dos discos en 2013 y 2014 de death/metal progresivo por fin, en 2020, Nero Di Marte con su disco, saca a relucir de nuevo su faceta más creativa, valiente, progresiva y experimental.

Este disco es una auténtica obra de arte y una rareza musical que seguramente no se pueda repetir. Tiene un sonido muy fino, la distorsión justa y siempre a merced de los cambios que la banda realiza en cada canción o durante las mismas. Un sonido puramente del metal progresivo. Además tiene una producción espectacular; se trata de un disco construido en base a detalles (en los que entraremos a continuación), que están de forma omnipresente en todo momento.

Analizando un poco cada instrumento, vemos que cada miembro desempeña una labor imprescindible en el disco. Las guitarras, sin lugar a dudas, son el elemento vertebrador de cada single, puesto que están permanentemente en activo. Sus extraños riffs y sus melodías atmosféricas dominan la composición y marcan el funcionamiento del resto de instrumentos. Unas guitarras que están haciendo contrastes constantemente con notas graves, notas agudas, ritmos ágiles y ritmos pausados hasta desaparecer y quedar diluidos en tenues sonidos ambientales.

El bajo es un instrumento que normalmente participa sin pena ni gloria en los discos. Sabemos que está ahí, pero suele ser el instrumento más desapercibido en un álbum (aunque es verdad que en el progresivo es donde más opciones tiene para ser protagonista). Y así es, el bajo no sólo acompaña teniendo una presencia indudable, sino que es protagonista en varios momentos, usando distorsión cuando quieren ser agresivos y un sonido limpio cuando el momento pide un sonido más amable. El single “Irradia” es el ejemplo perfecto, un bajo que comienza con un sonido pulcro y acaba con un sonido distorsionado y con mucho peso.

He leído varias opiniones acerca del álbum y está claro que es imposible ponerse de acuerdo con respecto al nuevo disco de Nero Di Marte. Alguno definía la batería como “atada”, sometida por un disco muy soporífero (una crítica cuanto menos mediocre). Y es que tales afirmaciones son un absoluto atropello al trabajo de Giulio Galati, quizás más conocido por su participación en Hideous Divinity (tech death/brutal death). El trabajo de Galati en la batería es sensacional. Es verdad que en unos determinados momentos no aparece, pero es que es para dejar protagonismo al vacío que se quiere transmitir (ya sea en los comienzos, en los finales o en pausas intermedias) y siempre que está lo hace formando parte de un todo que acentúa mejor que nadie los in crescendo y decrescendo que rigen en las composiciones.

El líder de la banda, guitarrista y vocalista Sean Worrel, desempeña una labor brillante en la voz. Su voz te puede gustar más o menos, pero es evidente que tiene una voz peculiar y que cuando canta no usa guturales, sino que se trata de su voz natural. Con respecto a sus anteriores álbumes, podemos percibir que «Immoto» es donde más ha arriesgado, buscando permanentemente contrastes dados con una voz madura ligeramente rasgada (por momentos agónica) y otra mucho más tenue y sutil, llegando al susurro, que acompaña de forma excelente el desarrollo del disco.

Además de todo esto, el disco cuenta con unos arreglos técnicos (ya sean; efectos ambientales, ecos o sonidos grabados que acompañan los inicios y los finales de cada single…) en sintonía con lo que va sucediéndose en cada momento y como dije al principio de la review, es un álbum que ha cuidado mucho esos detalles y los ha convertido en protagonistas dando más sentido a la parte lírica y en definitiva a toda la obra.

Por si fuera poco, la complejidad también acompaña a este LP, y es que tiene infinidad de estructuras que en ningún momento se repiten, las canciones no hacen otra cosa sino avanzar y contar una historia, lo cual se traduce en un disco puramente progresivo y llena de mérito a sus miembros por tan sublime composición. Y no sólo eso, hay muchos momentos en los que la métrica se torna compleja con compases bastante más elaborados o con notas a contra tempo que enriquecen y elevan el nivel del disco.

Un álbum con tantos contrastes está lleno de momentos sensacionales, las canciones siempre llevan al éxtasis, a un momento culmen en la intensidad que contrasta con la parsimonia (en ningún caso carente de interés) que adoptan en buena parte del disco. La mayoría de las veces, esos momentos están marcados por una batería que explota y luce como protagonista.

Es un trabajo tremendamente emotivo, “íntimo” en palabras de Sean Worrel, no se trata de que te guste o no, se trata de la capacidad de cada uno de los singles para empatizar con el oyente a través de la sinergia impresionante que se produce al leer las letras. Al tiempo que uno escucha, letras místicas que hablan de lo desconocido, lo olvidado y lo que ha dejado de ser, se fusionan con una música igual de mística y llena de sonidos tenues que crean la atmósfera perfecta para la lírica, ese es el verdadero propósito de la banda.

Sin duda, mi momento favorito del disco está entre “Semicerchi” y “La casa del Diabolo”, dos singles que se complementan maravillosamente. Semicerchi, el single más atmosférico y relajado da paso a “La casa del Diabolo” que empezando igual de sosegado te lleva al éxtasis con 2 in crescendo fenomenales repartidos en 12 minutos de pura emoción con una voz descomunal; por el trabajo que realiza cambiando sus registros, el cantante grita y susurra, no canta, cuenta una historia dejándose llevar por sus sentimientos, con una lengua italiana que dramatiza y va como anillo al dedo a esta excelente composición.

Concluyo diciendo que el “Immoto” es un álbum cerrado magistralmente con “La Fuga”, el único single del disco que termina de golpe y en pleno éxtasis, un final más que acertado tras más de 60 minutos de sonidos atmosféricos y ecos incesantes.

En mi opinión, el nuevo trabajo de Nero Di Marte es una obra maestra del metal progresivo, con un sonido rompedor e inusual y de una complejidad métrica y estructural meritoria. Si el progresivo y los singles extendidos en el tiempo no son un problema para ti, este disco puede cumplir con su objetivo y conectar con el oyente, espero que así sea y lo disfrutes tanto como yo.

Letras
6.5
Técnica Instrumental
9
Técnica métrica
10
Producción
9
Innovación
10
Coherencia
10
Groove
9.5
Gran sinergia entre letra y la melodía.
Cada canción cambia mucho de ritmo.
Voz vérsatil, con muchos registros.
Atmósfera envolvente.
Cada canción es independiente.
El disco se puede hacer un poco largo.
La letra es muy corta para la longitud de las canciones.
9.1