Cuatro largos años han pasado desde el último trabajo de los cordobeses Viva Belgrado. Ha sido una larga espera, muy poco habitual en bandas tan jóvenes, pero el tiempo transcurrido ha valido la pena puesto que este disco nos muestra una faceta mucho más madura del grupo, fruto de un proceso de evolución personal y musical de sus integrantes.
En este nuevo trabajo, el cuarto de su carrera, la banda liderada por Cándido Gálvez se aleja de los sonidos screamo y post-punk más ortodoxos que abrazaron en su debut Flores, Carne (2015) y empiezan a incorporar tímidamente sonidos nuevos. El estilo lo-fi synthpopero del segundo single ‘Más triste que Shinji Ikari’ nos sirvió como aviso de que este disco no iba a ser un trabajo continuista, sino que la innovación sonora iba a ser uno de los pilares de esta nueva etapa musical de la banda.
Aparte del single antes mencionado, el disco presenta un amplio abanico sonoro, teniendo temas muy cercanos al flamenco-urbano como ‘Un Collar’. En este precioso tema, la banda decide tomar prestados muchos elementos sonoros de la tradición musical andaluza y combinarlos de manera sutil con su lenguaje musical hasta canciones que beben de lleno el shoegaze más tradicional, como el excelente tema final del disco, ‘¿Qué Hay Detrás De La Ventana?’.
En el plano lírico, la banda sí que sigue su senda habitual con unas letras tremendamente crudas y marcadas por un profundo sentimiento pesimista. Es obvio que los versos destilan melancolía por los cuatro costados, con ese sutil toque erótico en algunas de sus estrofas. Las constantes referencias geográficas marca de la casa vuelven a aparecer como leitmotiv en este nuevo trabajo e incluso un gran número de referencias a la cultura japonesa, puesto que este disco ha sido producido en Japón.
La producción continúa marcada por ese sonido lo-fi tan bien trabajado, haciendo que el peso de los temas recaiga en los cambios rítmicos de la batería en muchos momentos del disco. También cuenta con unas guitarras muy fluidas y, en el plano vocal, combina voces limpias con explosiones screamo donde Cándido nos muestra de lleno sus recursos vocales. Este trabajo ha sido producido nuevamente por el sello independiente Tokyo Jupiler Records (Caspian, Suis la Lune, Rossetta…) siendo el cuarto trabajo que realizan con esa discográfica.
En resumen, un disco que cumple sobradamente las expectativas que teníamos sobre el nuevo trabajo de los andaluces y que nos permite dilucidar cuál será su futuro musical, y nos gusta el camino que han elegido.