El sábado 18 de noviembre de 2023 pudimos asistir a la esperada gira de Deathstars en su paso por Barcelona, y en esta ocasión les acompañan Priest y Liv Sin.
Esta gira estaba originalmente programada en España para mayo de 2020, pero debido a las circunstancias ocasionadas por la pandemia tuvieron que aplazarla a octubre de ese mismo año. Posteriormente, se aplazó la nueva gira para 2021, que pasaría a planificarse otra vez para 2022 y, para más inri, finalmente se programaría para principios de 2023, dándola por cancelada definitivamente por retrasos en su nuevo disco Everything destroys you.
Finalmente, la banda sueca Deathstars logró reactivar su gira con éxito para este otoño de la mano de las promotoras Eclipsegroup & RSS-Promo y, por supuesto, Riff Valley no se la podría perder.
Vamos a comprobar si tienen razón y, como se titula su último trabajo, todo nos puede destruir. Entraremos ahora en detalle de lo vivido en la Sala Apolo 2 de Barcelona.
Índice
El cartel, horarios y sala para Deathstars en Barcelona
El cartel con la gira del Everything destroys Europe presentaba este aspecto para España:
En la Sala 2 de la Apolo de Barcelona, abriendo puertas a las 19:00 h y con todos sus horarios puntuales, se llevaron a cabo los siguientes conciertos:
Liv Sin – 19:30 h
Priest – 20:20 h
Deathstars – 21:30 h
Precio entrada: 27.5 EUR (gastos incluidos)
Para llegar a la Sala Apolo lo mejor es ir en el metro L3 (línea verde) hasta la parada de Paral·lel. La sala tiene dos entradas, en este caso accederemos a la secundaria (la 2) por la entrada del lateral situada en C/ nou de la rambla.
La sala es algo particular. Tiene una gran zona en el centro para la barra de bebidas y la mesa de sonido (nota: la cerveza de esta sala no me convence). Para mi gusto, este espacio central es algo excesivo en cuanto a tamaño, llegando a quitar visibilidad y gran capacidad de aforo a la sala.
A los laterales, tenemos dos zonas un poco más elevadas (subiendo unos pocos escalones) donde normalmente se coloca el merchandising de las bandas. Para esta ocasión las camisetas estaban por 30 EUR. Al fondo a la izquierda encontramos los lavabos y, a la izquierda de la entrada, el escenario donde lo curioso es que no tiene un foso para seguridad ni fotógrafos, así que el público está tocando prácticamente a los artistas, como ocurre en la mayoría de salas pequeñas.
Crónica de los conciertos
Pasamos a detallar las actuaciones de las bandas y qué nos parecieron a nivel personal (que nadie se ofenda):
Liv Sin
Liv Sin, la banda paralela de la cantante sueca Liv Jagrell, Sister Sin (no estoy seguro de si está activa actualmente), nos venían a calentar el ambiente otoñal de la ciudad condal. Entramos con el concierto iniciado, juraría que no llegaba ni a una canción completa. La sala todavía no estaba llena, así que nos situamos en el centro.
Con buen ritmo y sonido durante todo su corto espectáculo, de solamente seis canciones, nos demostraron una gran energía. Sus cinco integrantes no dejaron de sonreír en todo momento. Mientras transcurría el concierto, la gente iba accediendo a la sala y ellos no pararon de animar con su «¡hey, hey!». El buen meneo continuo de melenas de los guitarristas y sus bailes a compás estuvieron muy bien sincronizados.
A mitad del concierto, nos tocan una un poco más lenta, pero con partes más duras y oscuras, con casi gutural a la voz. Se trataba de «I am the storm» de su recién último disco que nos presentaban hoy: KaliYuga. Al final de la canción parece que acaba, alargaron un poquito más el silencio, pero siguen con un último estribillo para hacer saltar aún más al público.
Ya con la atmósfera en su apogeo, la cantante, que estaba muy activa, se sumó al público bajando del escenario, haciendo que algunos de los asistentes gritásemos en su micrófono (de forma individual) un ¡uh yeah! bien fuerte. A pesar de su corta actuación, me gustaron mucho y me acerqué a su zona de merchandising para felicitarles personalmente y ganarme una foto con ellos.
En definitiva, cumplieron con buena nota.
Priest
Después de la pausa pertinente, suena una intro de una canción, a lo «tinoni tinoni», y entonces apareció el trío Priest. No, estos no son los Judas, son los Priest a secas. Se supone que son exintegrantes de la banda Ghost, al menos dos de ellos. La verdad, personalmente, que me cuesta decir que esto sea rock o un subgénero del metal, y desde mi humilde punto de vista, considero que habría que categorizarlo como música electrónica. La realidad es que están catalogados como una synth band.
Aparecieron enmascarados, por lo que parece que la idea de Ghost la siguen usando aquí. Las tres máscaras negras les cubrían toda la cabeza. El cantante tenía un ojo rojo, es decir, de su máscara sale una halo de luz led roja, y por detrás tiene una especie de zona puntiaguda. Esta máscara también tenía una parte abierta en la zona de la boca para poder cantar. Los otros dos artistas poseen una máscara con forma de pájaro tipo espacial, en la que destaca su gran pico que apunta hacia el suelo.
Llevan un teclado fijo y otro móvil, el que podemos apreciar en la siguiente foto. También llevaban una especie de mesa de DJ. Es decir, aquí no tenemos ni batería, ni bajo, ni guitarras, ni otros instrumentos típicos de las escenas de metal.
La verdad es que yo no soy muy fan de este estilo, y en directo tampoco me acabaron de transmitir nada. La mayoría de las canciones eran tranquilas, y no sé si acaba de encajar en esta gira. A mi, al menos, me cortaron todo el rollo que había conseguido gracias a la banda anterior, Liv Sin.
A pesar de mi punto de vista personal, parece que cierta parte del público sí que se animaban y seguían el concierto con mucha atención. Sin duda alguna son grandes músicos, pero cabe decir también que este público no suelo verlo habitualmente en los espectáculos que asisto, ya que es posible que sea la primera vez que presencio algo tan gótico, industrial y electrónico a la vez.
Sonarían unas cuantas canciones más, algunos solos de teclado como protagonista y por supuesto, el cantante también quiso destacar bajando a pie de pista, como hizo la vocal de Liv Sin anteriormente. Se mezcló con el público mientras tocaba con su mano las cabezas de las personas allí presentes. No sé si es habitual o es alguna especie de ritual o bendición como si de un sacerdote (priest en inglés) se tratase. Al volver al escenario, hizo algunas vueltas sobre sí mismo con la mano hacia arriba, algo que me resultó bastante curioso.
Acabó su actuación con una sensación de haber asistido a unos compases «pokemónicos» pregrabados extraños, pero allí lo vivimos todos.
Deathstars
La verdad que llevo muchos años esperando ver a los suecos Deathstars. Me conozco sus clásicos «Cyanide» y «Blitzkrieg» desde bien adolescente, así que las ganas y la espera siempre deberían tener su recompensa.
Empezaron muy fuertes de sonido, con algo subido de tono que no acababa de sonar bien del todo. Sin embargo, su vitalidad se notó nada más tocar la primera nota. El sonido fue mejorando durante el transcurso del concierto, aun quedando algo flojo el micrófono del cantante en algunas canciones puntuales.
Aunque conozco parte de su discografía, no soy tan fan de la banda y no sigo como actúan, ni como van vestidos para la ocasión en vivo, así que como uno más que los veían por primera vez, me impactó cómo salieron a escena.
Pintados y maquillados completamente de blanco, el cantante, Andreas Bergh, dio uso a su famosa gorra de piloto para ejercer de comandante de todos pasajeros que nos acercamos ese sábado. A la izquierda se situó el bajista que también hace la mayoría de coros, llevaba grandes rastas, algunos piercings, tatuajes y pendientes destacables. A la derecha, tenemos al guitarrista Nödtveidt (exmiembro de Dissection entre otros), vestido con una camisa negra simple igual que el cantante. Al fondo, colocamos al habitual batería con un buen manejo de baquetas y los ojos pintados de negro para resaltar en contraste de su maquillaje y su larga melena.
Nos llevamos la sorpresa más grande con la vestimenta del otro guitarrista, Eric Bäckman, que lucía un ajustado vestido con minifalda de mujer negro quedando a la vista sus largas piernas. La primera impresión fue «¿pero llevan una mujer?» Pronto ya nos dimos cuenta, al quitarse la chaqueta de cuero y mostrar sus marcados brazos y espalda, así como cuando habló por el micrófono para saludar al público catalán. Hacer hincapié también que en su guitarra blanca tenía escrito en grande: «WHORE CAT!». La verdad que su papel estuvo muy bien, muy logrado, animado y divertido, y para mí fue el mejor de la noche.
Los cabezas góticos repasaron sus clásicos junto con muchos de los temas de su último disco que venían a presentar, la que daba nombre a su esperada gira.
Nos costó reactivar el ritmo de la noche después del telonero anterior Priest, pero Deathstars lo consiguió rápido. Después de una de sus piezas más reconocibles, «Death dies hard» ya todo se volvió una locura y el público casi se les echa encima de lo cercanos que los notamos sobre el escenario.
Como era obvio dejaron para el final mis dos temas preferidos y me fui más que satisfecho de la sesión gótica industrial experimentada en directo.
Galería de fotos
Mi primerita vez
Normalmente, en la vida, siempre se hace algo por primerita vez y, en este concierto, ¿en qué me estrené?
Pues… ¡tachán! Primerita vez que asisto a un concierto en sala de música electrónica, sí, considerando a Priest, exclusivamente de ese género musical.
Además, vi por primera vez a las tres bandas: Liv Sin, Priest y los esperados Deathstars.
¿Y vosotros qué hicisteis/visteis por primera vez en este concierto? Dejad vuestras primeras vivencias en los comentarios más abajo.
Valoración personal
Para mí, siendo esta mi opinión personal, la sesión completa de los conciertos tuvo algunos altibajos, especialmente en cuanto a sonido, género de las bandas y su orden de actuación, refiriéndome claramente a los dos primeros teloneros. Por contra, y pese a estas discrepancias, han cumplido su objetivo con éxito.
En cuanto a la relación de calidad/precio está dentro del rango del buen entretenimiento de una noche de fin de semana.
Nota final: 7
Conclusiones
Si te interesan los grupos góticos, industriales o simplemente combinaciones con electrónica, no dejes de asistir a eventos como este. Para que no te pierdas ninguno te invitamos a consultar nuestra agenda de conciertos próximos por nuestro país y alrededores.
¡Muchas gracias por leer esta crónica! Espero que os haya gustado esta reseña y ya sabéis, disfrutad en los próximos conciertos. No dudéis comentar este artículo y en seguirnos en nuestras redes sociales:
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