Hablar de Atreyu es hablar de una de las mayores instituciones y uno de los padres del metalcore tal y como lo entendemos hoy en día. Una revolución sonora la que llevaron a cabo a primeros de los 2000, motivo por el cuál muchos le tenemos un gran cariño y aprecio. Y, por esa misma razón, nos hemos acercado este fin de semana a la mítica sala Mon de Madrid para disfrutar de su gira «We Want Your Skulls, World Tour 2023» , donde han ido acompañados por unos teloneros de lujo, los británicos Creeper. Por tanto, aquí tenéis nuestra crónica.
Hace escasamente un mes, los chicos liderados por Brandon Saller ponían a la venta su último trabajo, titulado A Torch In The Dark, y teníamos muchas ganas de ver cómo lo llevaban a la práctica. Pero vayamos por partes.
Crónica de Atreyu y Creeper
Concierto de Creeper
A eso de las 20:00 horas, y con una sala Mon muy nutrida de público, saltaban al escenario los ingleses Creeper, dispuestos a defender su último trabajo lanzado en octubre del presente año, y titulado Sanguivore.
Precisamente arrancaron con «Cry To Heaven», siendo para el que escribe el mejor corte de todo el trabajo, donde mezclan su vertiente gótica con ese pop-punk/ horror-punk que tanto los caracteriza.
Hay que mencionar que el estado vocal de Will Gould en directo es sobresaliente, así como su puesta en escena moviendo al público desde el segundo uno. Es curioso, porque el vocalista me recuerda a una especie de mezcla entre Damiano David de Maneskin, Tobías Forge de Ghost, y el Ramoncín más macarra de los años 80.
Y, para ser honestos, los coros por parte de Hannah Greenwood rayaron igualmente a un nivel excelso (la cuál es también la tecladista del grupo, pieza fundamental de su sonido). «Sacred Blasphemy», «Lovers Led Astray» y «Teenage Sacrifice» fueron las otras piezas de Sanguivore que cayeron en la fría noche madrileña.
A todo esto hay que sumarle sus éxitos «Be My End», «Down Below», «Hiding With Boys» y sobre todo una «Annabelle» para cerrar que fue toda una fiesta, y donde el respetable se volcó con el combo procedente de Southamptom.
Sin lugar a dudas, los Creeper ofrecieron un espectáculo de unos 40 minutos intenso, potente, y donde estoy seguro ganaron más de un nuevo fan para su causa. Ojalá verlos pronto de nuevo con más tiempo.
Concierto de Atreyu
Sobre las 21:15 saltaba al escenario el plato fuerte de la noche, ya con la sala hasta arriba de metalheads. Los estadounidenses Atreyu lanzaban a modo de advertencia de lo que se venía la pieza electrónica «Sandstorm» de Darude, para atacarnos seguidamente con una machacona «Drowning», perteneciente precisamente a su A Torch In The Dark anteriormente mencionado.
Y es que el nuevo sonido de los californianos, más cerca del metal alternativo y post hardcore potente que al metalcore clásico, igualmente suena de escándalo llevado al directo. Brandon canta mejor que nunca, secundado por un Marc McKnight al bajo y a los growls en estado de gracia.
El primer gran clásico llegó pronto, ya que «Becoming the Bull» perteneciente a su mítico Led Sails Paper Anchor (2007) fue la segunda en caer. Ahí sí que volvimos a los tiempos de su metalcore primigenio, donde el público se entregó de principio a fin.
Continuando con los discos clásicos, la siguiente descarga vino a manos de «Right Side Of The Bed», perteneciente al gran The Curse (2004), donde todos cantamos su pegadizo estribillo en su totalidad.
Y de ahí pasamos a uno de los mejores temas de su discografía, «Save Us», perteneciente a uno de sus mejores discos, Baptize (2021). Una pieza corta, de dos minutos y medio de duración, pero que es una bomba sonora que nos puso a todos a botar como locos. Insisto en el nivel vocal de Marc, aquí se dejó literalmente la voz, qué bestia.
Con «When Two Are One» vivimos uno de los momentos más emotivos y épicos de la noche. Y es que volver a los clásicos siempre nos toca la fibra de forma especial. Este tema con las voces dobladas, los growls de Marc, y las guitarras endiabladas de Dan y Travis, es poesía pura.
Otro de los grandes cortes de su nuevo álbum fue la siguiente en sonar, y es que durante toda la extensión de «(i)», ambos cantantes nos regalaron varias peinetas haciendo referencia al título del propio tema. Una pieza más lenta, pesada, pero con unas líneas vocales y coros muy melódicos, traduciéndose en un respiro más que necesario después de la tormenta sonora que estaba cayendo bajo el techo de la Mon.
Con «Bleeding Mascara» llegamos al ecuador del show, y no es casualidad que elijan para tal momento una de sus canciones más directas y violentas, donde se empezaron a ver los primeros circle pits y parte del público especialmente eufórico. Poco más de dos minutos de pura destrucción y violencia musical.
Seguidamente, y con «The Time Is Now» hacemos la única parada de la noche en In Our Wake (2018), donde volvemos al sonido más moderno, cercano al metal alternativo y que caracteriza a la banda en estos últimos tiempos. Qué estribillo y qué fuerza tiene este corte, es azúcar puro para nuestros oídos.
Del mismo modo, y curiosamente, la única mirada que echamos atrás para centrarnos en su mítico álbum A Death-Grip On Yesterday (2006) fue con «Ex’s and Oh’s», probablemente una de las canciones más legendarias, reconocibles, y que lanzaron a Atreyu al estrellato mundial hace ya casi dos décadas. Metalcore de la vieja escuela.
Con «Gone» volvemos a su último lanzamiento, y es que éste está cargado de verdaderos temazos. Se podría decir que en este caso, tenemos un punto de conexión entre los Atreyu de los primeros discos y los más actuales. Un himno instantáneo que estoy seguro no va a salir de sus presentes (y futuros) setlists.
«Battle Drums» supone una rara avis en la discografía de los americanos. Y es que es un tema grabado en 2020 con Kayzo, DJ estadounidense caracterizado por hacer mezclas bastante bizarras, pero con resultados realmente satisfactorios. Curiosamente esta mezcla entre metalcore y electrónica queda en directo como anillo al dedo, siendo todo un acierto su inclusión en el set.
La última parada de la noche en su trabajo más reciente fue con «Watch Me Burn», otro tema muy melódico donde los coros son los grandes protagonistas. Es curioso que la totalidad de la sala cante el estribillo como si se tratase de una canción de hace veinte años, cuando vio la luz hace escasos meses.
Eso dice mucho del nivel actual de Atreyu y de sus trabajos más recientes, así como de su aceptación por parte del público. Tremendo temazo.
Con «Falling Down» volvemos al 2007, y eso se nota sobremanera. 3 minutos de puro gozo musical, con esa vertiente más skate-punk y desenfadada que lleva a toda la sala a corearla a pleno pulmón. Un himno imperecedero que siempre es recibido como merece.
Probablemente el termómetro alcanzó su temperatura más alta de la noche con los compases de «Warrior», un tema que para ser compuesto en 2021 tiene igualmente tintes de himno forjado hace varias décadas. Una letra y una melodía que entra como cuchillo en mantequilla, y que nos lleva a cantar y a saltar a todos como si el mundo fuese a pararse mañana.
Y qué decir de «Blow». Probablemente el tema más famoso de Atreyu a nivel mundial, icono de un sonido que ha marcado a varias generaciones y que será siempre santo y seña del Metalcore melódico. Una bomba de varios megatones hipersonoros que tuvo que escucharse en más de la mitad de la capital madrileña. Un himno eterno y perpetuo.
Después de este tema, los músicos abandonaron el escenario habiéndolo dado todo, a descansar durante unos minutos antes de los bises. Y, si bien es cierto que una jam de saxofón de Dan reactiva a cualquiera, y que acabar con una versión de «I Wanna Dance With Somebody (Who Loves Me)» de Withney Houston tiene su punto, no creo que sea la mejor manera de despedir un espectáculo cuando tienes tantos discos y tantos temazos que guardas en el tintero.
También es verdad que un show de una hora y diez minutos como principal evento de la noche, a mí personalmente se me queda algo corto.
Pero obviando esos únicos puntos en una noche para el recuerdo, hay que reconocer que Atreyu se encuentran en su estado de forma actual envidiable, con unos músicos entregados que lo dan todo detrás de cada instrumento y detrás de cada tema, y que no me cabe la menor duda de que volverán para darnos otra cátedra musical.
Si nada lo impide, allí estaremos para verlo de nuevo.
¡Muchas gracias por leer esta crónica! ¿Qué os ha parecido? ¿Estuvisteis en la gira de Atreyu y Creeper que pasó por España recientemente? Echa un ojo a otras crónicas publicadas y no olvides seguirnos en nuestras redes sociales:
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