Empieza octubre y empiezan a salir las entradas de los festivales tanto nacionales como internacionales, y tenemos que ir descartando porque no podemos asistir a todos, por desgracia. Por eso vamos a aprovechar para contaros nuestra experiencia en el Brutal Assault, uno de los mayores y mejores festivales de Europa, por si es uno de los festivales por los cuales os decantáis el año que viene. El Brutal Assault cuenta con una filosofía única de entender un festival: aquí no existen los cabezas de cartel, cada banda dispone casi del mismo espacio de tiempo, y en su composición de cartel nadie está por encima de nadie.
El mes de agosto tuvimos la suerte de podernos desplazar nuevamente a la fortaleza de Josefov, en la Republica Checa, para asistir a una nueva edición que prometía ser especial por su veinticinco cumpleaños y que se ampliaba a un día más de festival (9-13 de agosto). Además, la primera jornada era como otra cualquiera, y no un mero día de presentación.
En este artículo os contaremos únicamente nuestra experiencia, de qué disfrutamos durante el festival a parte de la música, todos sus rincones y demostraros que el Brutal Assault no es simplemente música si no una experiencia, frase de la que muchos festivales alardean pero pocos pueden cumplir.
El viaje al festival
Ya que queremos contar toda la experiencia, empezamos nuestro viaje en Praga, que es el punto de partida habitual para la gente que va al Brutal, dado que es el principal aeropuerto de la Republica Checa.
Para llegar al festival, la mejor opción que tenemos es el tren, dado que desde la estación central de Praga (Praha hl.n.) salen bastantes trenes hasta el pueblo donde se desarrolla el Brutal Assault, Jaroměř.
Desde la pagina oficial de la Republica Checa cd.cz se reservan los billetes. Los trenes tienen paradas en Hradec Králové antes de llegar a Jaroměř, pero normalmente no hay ningún problema y se ve bien nuestro destino. El precio es bastante asequible y va desde las 130 coronas checas (unos 4€) a las 220 coronas (9€) por un viaje de alrededor unas 2 horas y media a 3 horas.
El único consejo que os damos para coger el tren es que lleguéis con tiempo de sobra y que cojáis los billetes en la página web y no en la estación. Esto es así puesto que desde la página web viene incluido la reserva de asiento en los vagones, y los tickets de la estación no. Es algo a tener en cuenta ya que estos trenes suelen ir llenos, por lo que la reserva es algo bastante importante.
Alojamiento del Brutal Assault
En la edición anterior fuimos al camping del Brutal, y normalmente solemos ir siempre a camping cuando vamos de festival. Este año, con la idea de descansar mejor, decidimos coger uno de los alojamientos del festival debido principalmente a que en la Republica Checa los meses de verano son extremadamente lluviosos, y no es extraño que caiga una gran tromba de agua en pocos minutos. Os aseguramos que es un fastidio cuando estás acampando. Por otra parte, el alojamiento oficial que ofrece el Brutal Assault es bastante asequible, al menos la opción más económica y humilde, la cual costaba 150€ por asistente los 5 días. La principal pega del alojamiento del Brutal Assault es que es fuera del pueblo, en ciudades alrededor. Nuestro alojamiento en concreto se encontraba en Hradec Králové.
Dentro del pack del alojamiento cabe destacar también que cuenta con una serie de ventajas, entre las cuales está incluido el acceso a una zona de pago llamada Natural Stand. Además, te ahorras las colas puesto que en el check in del alojamiento ya te hacen la pulserización del alojamiento y del festival. También nos facilitaron el QR del festival y nos explicaron cómo se cogían los autobuses de ida y vuelta al recinto (shuttle bus) desde la aplicación oficial del Brutal, ya que solo se pueden coger así.
Las instalaciones eran bastante sencillas, constando de dos camas gemelas, un escritorio con una silla, una mesilla de noche, un armario con estantes y una nevera para la habitación. La ropa de cama y una toalla también estaban incluidas en el alojamiento, y en la recepción contaban con todo lo imprescindible para la estancia (gel, champu, pasta de dientes, cepillos…) a un precio bastante asequible y cercano al del supermercado.
Por lo general estaba todo bastante limpio. Las duchas eran individuales y estaban compartidas por cada dos habitaciones, por lo que nunca hubo problemas de que tuvieses que esperar. Los lavabos eran comunes para todo el pasillo y estaban limpios, ya que se limpiaban cada día y no había un exceso de habitaciones por planta. Un punto importante es que no hubo ningún problema con el papel higiénico.
La ciudad disponía además de varios supermercados en las inmediaciones del alojamiento. A escasos 10 minutos andando teníamos un Albert que además contaba con un bazar colindante para las compras de emergencia, como menaje e incluso ropa como gorras, con precios bastante baratos.
El personal del alojamiento era bastante agradable. La recepcionista, pese a no saber mucho ingles, en todo momento nos ayudó, e incluso en el check-out nos pidió un taxi para llegar a la estación de trenes.
En conclusión, la experiencia fue magnifica. El ambiente del alojamiento fue bastante bueno y, aunque no sea la misma experiencia que en un camping, también conocías gente, tanto en el alojamiento como en los buses de ida y de vuelta.
Transporte del Brutal Assault
Uno de los principales problemas del alojamiento era la lejanía, y es que como os contamos anteriormente, el festival no está en la localidad en la que están los alojamientos. En nuestro caso, Hradec Králové esta a unos 25 minutos en coche.
Sin embargo, el festival es consciente de esta limitación y cuenta con un servicio de autobuses de ida y vuelta, y con taxis con el precio cerrado. Este sistema no funciona mal pero que tiene algunas pegas que las iremos desarrollando en esta sección.
Como hemos comentado antes, el código QR para el transporte te lo habilitaban en el check-in del alojamiento. Y no solo te habilitaban el tuyo, también te habilitaban el del compañero de habitación en caso de que uno de los dos no tuviese cobertura o hubiese perdido el móvil. En la misma aplicación estaban los horarios del bus, y era obligatorio reservar el autobús 20 minutos antes de su partida. Cabe destacar que lo de la reserva no era obligatorio pero si conveniente, puesto que los autobuses se llenaban, y es que una vez que se hubiesen agotado las plazas tenías que esperar al siguiente autobús.
La parada de bus se encontraba próxima al alojamiento, a tan solo tres minutos andando. La experiencia en general fue bastante buena, salvo por el segundo día en el que el acceso a los primeros buses fue imposible y las plazas se agotaron en minutos. El bus te dejaba a una calle del festival y estaba en todo momento claramente señalizado.
Para la vuelta no hacia falta una reserva y salían los autobuses en intervalos de treinta minutos, y durante ese intervalo se iban rellenando las plazas. La espera siempre la hacías en el propio bus y nunca nos hizo falta coger un taxi para la vuelta.
Colas de entrada y pulserización
Una vez con todo preparado es hora de entrar al recinto. Las colas en el Brutal Assault no suelen ser excesivas, y en el caso de haberlas, suele ser bastante rápidas puesto que cuentan con varias colas. En esta edición, como hemos comentado previamente, no tuvimos que pasar por esta zona puesto que lo hicimos directamente en el check-in.
En el festival podremos acceder con mochila, y no suelen ser muy quisquillosos con todo lo que metamos, dado que por ejemplo nosotros accedimos sin acreditación con una cámara mirrorless sin problema. Pero hay que tener en cuenta que no se puede introducir nada de comida. Los de seguridad tienen un verdadero sexto sentido y no dudarán en pedir que tires a la basura o te comas cualquier cosa que lleves antes de entrar. Respecto a la bebida, si bien no te van a dejar entrar con nada de líquidos, la verdad es que no estamos seguros de qué políticas tienen con las botellas y demás instrumentos de hidratación.
La pulsera, métodos de pago y recarga.
El método principal de pago del Brutal Assault va a ser la pulsera, que cuenta con un chip NFC para realizar los pagos. Esta pulsera puede recargarse inicialmente desde la página del brutal, pero una vez allí las recargas son en los puestos que hay a lo largo del recinto. Hay uno en la misma entrada del recinto y otro que se encuentra en el final de los puestos de comida y bebida, justo en la plaza donde se sitúan los puestos de merchandising.
Las recargas en el festival tienen una pequeña contra y es que mientras que la recarga con dinero en efectivo es gratis, las recargas con tarjeta tienen una comisión del 2% de la recarga. Otras ediciones estaba disponible la recarga por una página externa al festival, pero este año no hemos dispuesto de las mismas, todas las recargas se debían de hacer dentro del festival. Que merezca o no la pena llevar efectivo para hacer recargas es una cuestión complicada, ya que dependiendo de la tasa de cambio donde vayas a realizar la conversión va a ser casi igual que la comisión del pago con tarjeta. Sin embargo, el dinero en efectivo te va a servir en otros casos que comentaremos a lo largo del artículo.
El recinto del festival Brutal Assault
Una de las cosas que hacen más especial al Brutal Assault es la fortaleza de Josefov, una fortaleza del siglo XVIII que alberga el festival. Bajos sus muros se monta un recinto el cual alberga 5 escenarios. Tres de ellos son exteriores, uno está situado en uno de los patios de la fortaleza y otro es interior. Pero el recinto del Brutal es mucho más que sus escenarios, ya que contamos con una de las propuestas culinarias más variadas, con una plaza llena de merchandising y con muchos más rincones de los que os hablaremos ahora.
Los escenarios principales: SEA SHEPARD y Jägermeister
El Brutal Assault no cuenta con un escenario principal, si no que cuenta con dos escenarios gemelos llamados SEA SHEPARD y Jägermeister. Desde primera hora de la mañana tendremos conciertos hasta casi el cierre del día, los cuales se suceden con un intervalo de 5 minutos. Entre ambos escenarios se encuentra una pantalla común de tamaño considerable.
Ambos escenarios principales cuentan con áreas especiales. Una de ellas requiere una entrada VIP, y esta zona se encuentra encima de las torres de sonido. La otra zona es la Natural Stand, que requiere de entrada propia de unos 25 euros. Es una zona elevada que se encuentra al fondo de los dos escenarios principales con una disposición como de grada, y que cuenta con bancos de madera para sentarse. En nuestra opinión, el Natural Stand es una opción casi obligatoria para disfrutar del Brutal Assault. La acústica desde esta zona es está muy bien, mientras que tienes una buena visión para ser un sitio tan alejado. Lo mas importante de todo es que te permite descansar en las jornadas tan maratonianas del Brutal Assault, que mencionaremos luego. Pero para haceros un adelanto de lo cansados que podéis acabar si queréis ver a todos los grupos, los horarios comienzan a las 10:30 de la mañana y acaban a las 3:00 de la madrugada.
En conclusión, la acústica de ambos escenarios es impecable, y aún a pesar de ser escenarios gemelos y que suele haber pruebas de sonido no suele perturbar en nada la acústica. La pantalla tiene un tamaño considerable y es un elemento bastante importante en el Natural Stand. Este año fueron pocas las bandas que tuvieron algún problema de sonido, y los que hubieron fueron tan puntuales que no recordamos ninguno en especial.
Obscure, tercer escenario del festival
El escenario Obscure correspondería con el tercero por importancia. En ediciones anteriores era un escenario tipo carpa, pero este año por sorpresa se ha convertido en un escenario abierto más. Seguramente este cambio se haya producido por la gran masificación en otras ediciones de la carpa, que muchas veces y con grupos bastante grandes limitaba el escenario. Por ejemplo, nosotros lo sufrimos en 2019 con Omnium Gatherum. El escenario suele tener conciertos cada hora, con unos 15 minutos entre concierto y concierto empezando entre las 3 y las 4 de la tarde.
En el lateral había una zona donde se apilaron placas de goma a modo de asientos, y también se podía tomar un punto de vista más elevado y tener una mejor visión. Es uno de esos detalles que se agradecen a la organización y que mejoran mucho la experiencia en estos escenarios donde la producción es mucho más limitada, puesto que aquí no hay pantalla.
El sonido de este escenario fue perfecto. Hubo bastantes conciertos que pusieron a prueba la calidad de sonido, como pueden ser Blood Incantation, Skywalker o Frontierer, que exigen una perfección para que suenen bien y no decepcionaron en lo mas mínimo.
Bastion, cuarto escenario del festival
El bastión es el cuarto escenario, un escenario mucho más pequeño situado en un patio interior de la fortaleza que está reservado para unos pocos conciertos mucho más minoritarios y mucho más pequeños. Hay que tener en cuenta que el aforo del recinto no es más grande que salas como La Riviera de Madrid, es decir, unas 2000 o 3000 personas.
Este escenario también cuenta con sitios donde sentarse, sillas y bancos al fondo del recinto, aunque con una visibilidad casi nula, debido a que el escenario era literalmente casi a ras de suelo. Cabe destacar además que esta edición han elegido un lugar mucho más amplio, dado que en 2019, como comentábamos del Obscure, era todavía de un tamaño menor y hubo problemas de embotellamientos en la entrada.
Este es el único escenario del cual podemos decir algo negativo, ya que el sonido o la acústica no llegaba a ser del todo correcta, y hubo bandas como Imperial Triumphant que seguramente en otros escenarios hubiesen brillado más. Sin embargo, la ambientación de este escenario estando dentro de la fortaleza, la cercanía y que era un sitio angosto, daban un toque especial de alguna manera, siendo factores que podían compensar el sonido.
KAL, escenario especial
The Keep – Ambient Lodge aka K.A.L. (y más conocida por nuestro equipo como la Sala Yonki, por motivos más que evidentes) es un escenario especial del Brutal. No es una zona de conciertos per se; es una sala que combina el descanso (está repleta de sofás, sillas, butacas…) con la ambientación de un club. Los conciertos en su mayoría, y salvo excepciones, (puesto que sí ha habido conciertos de guitarras mas tradicionales, sobre todo de sludge) son conciertos de música electrónica, pero de los estilos más afines al metal (EBM, noise, industrial…).
La sala era un espacio bastante grande donde había una división entre la entrada, donde se encontraban casi todas las acomodaciones del descanso, y la parte de la pista de baile, que colindaba con un escenario tremendamente pequeño separado por vallas.
El sonido de esta sala era simplemente increíble, inmersivo, y la sala contaba con música ambiente siempre que no había concierto. También albergó otras actividades paralelas que comentaremos más adelante, como varias charlas.
Puestos de comida
No hay aspecto en el Brutal Assault donde no haya mimo, y la comida es uno de esos aspectos donde te das cuenta. La cantidad de oferta de comida que ofrece el festival es apabullante, no solo en numero de puestos si no también en variedad y alternativas para todos.
Dos calles enteras de la fortaleza están dedicadas a una oferta que contiene sabores para todos los gustos. Desde la típica comida rápida (puestos de hamburguesas, pizzas, perritos…) hasta puestos de lo más variopinto. Encontramos comida tradicional checa con unas tostas con diferentes patés, salchichas de todo tipo, comidas mas foráneas, como la típica paella valenciana «guiri» con los ingredientes que les apetecen… Un detalle especial es que de las dos calles, una era de prominente oferta de productos vegetarianos y veganos. La oferta no solo abarca comida caliente y fría salada, si no que tenemos también puestos de helados, gofres e incluso churros.
El precio de la comida es por lo general más bajo que en España. Tenías platos abundantes de arroz o medias pizzas por unas 120-150 coronas checas (entre 4 y 6 euros), aunque había puestos mucho más caros. El tamaño de la ración era por lo general normal, si bien había varios puestos de arroces que las raciones eran abundantes y los precios no eran abusivos.
También justo en la salida del festival, no excesivamente lejos, había muchos más puestos extraoficiales y mucho más baratos. Los precios estaban entre 80 y 100 coronas (3 a 5 euros), pero solo se puede pagar en efectivo en esos puestos.
Entre los múltiples espacios para comer, hay principalmente tres: frente a los puestos de comida en una de las calles hay múltiples bancos de madera, en la otra calle hay una carpa cubierta repleta de bancos y, por último, frente al edificio del KAL stage y el merchandising oficial, hay una explanada llena de bancos de madera y mesas. Por lo general, la carpa cubierta está mucho más sucia que la explanada, que era nuestro sitio preferido para comer cuando no llovía.
Puestos de bebida
Como en el caso que la comida, la oferta y variedad de bebida era totalmente inmensa y variada para todos los gustos y condiciones. Siendo la Republica Checa el país por antonomasia donde más beben cerveza, la variedad y calidad de la misma eran notables. Los puestos exclusivos de cerveza eran los que más abundaban, y contaban con más de 4 cervezas diferentes a unos precios de risa en comparación con España, siendo de entre 45 a 55 coronas checas (entre 1.8 a 2.2 euros) el precio de medio litro.
Pero no solo de cerveza vive el hombre, y había muchos más puestos de bebidas espirituosas teniendo a mayores un puesto de destilados junto a la entrada con todo tipo de combinados. Encontramos desde mojitos a cubatas normales, un puesto de vino con jazz en vivo en un edificio especial, puestos de chupitos en la explanada del merchandising y, por último, un puesto exclusivo de absenta en la entrada del KAL.
Pero tranquilos, también hay opciones para los abstemios. Esto es otra de las cosas a agradecer al festival, y que es que han aumentado los puestos de bebidas no alcohólicas, ya que en la edición de 2019 casi exclusivamente contaban con un puesto a la entrada del Obscure Stage y ya está. Cuando hablamos a variedad no solo nos centramos en refrescos, tanto industriales (cocacola, fanta…) si no a limonadas propias. Opinión personal, esta limonada es la mejor bebida no alcohólica del festival, y hay varias versiones (grena, citronela…). También hay bebidas calientes, ya que tanto tés como cafés estaban disponible en varios puestos y otras bebidas tradicionales de allí que no llegamos a disfrutar. Los precios de los refrescos eran muy similares a los de la cerveza, unas 55 coronas la cocacola.
A parte, cabe destacar que no solo existen barras en el exterior del recinto, si no que a lo largo de la fortaleza hay bares donde incluso hay zonas con televisiones retransmitiendo los conciertos.
Por último, hay fuentes de agua en la entrada del recinto, justo antes de llegar a los escenarios principales. En principio el agua no es potable, aunque cabe destacar que bebimos por desconocimiento los primeros días por error aunque estuviese señalizado, y no tuvimos problemas estomacales.
Servicios
El festival cuenta con cabinas portátiles por todo el recinto, pero aun así el olor sigue siendo alto. Por suerte, el festival cuenta con baños de pago de unas 20 coronas (1 euro) que es una de esas inversiones que personalmente recomendamos. Esos servicios están totalmente limpios y utilizables y no hay problema de papel higiénico.
Merchandising
El Brutal Assault cuenta con una zona amplia de merchandising con bastantes puestos variopintos y una zona oficial divida en dos. En una parte se venden camisetas propias del festival y en la otra camisetas de las bandas.
En la zona no oficial del festival los precios suelen ser los normales europeos: camisetas entre 20 y 30 euros, no hay ninguna diferencia. Los puestos a parte son muy variados y hay puestos con cosas para el camping.
El merch del festival suele tener una amplia variedad de diseños que cuentan además con temáticas de géneros presentes al festival, a parte de diseños sobre todo de horror y gore. Las calidades son bastante buenas y la marca de las camisetas del festival es la premium de Fruit of the Loom. Además, el festival cuenta con otros merchs bastante curiosos, desde un delantal de cocina, a salsa picante.
El merchandising de las bandas suele igualar al precio estándar de otros festivales, sobre unos 30 euros la camiseta, y suelen tener de la gran mayoría de bandas, por muy pequeñas que sean siempre ofrecen un espacio.
Cine
Otro de los lugares emblemáticos del festival es el cine, que proyecta películas desde casi la apertura hasta casi el cierre. La oferta del festival suelen ser peliculas de acción, serie B pero sobre todo abundan las peliculas de terror. El cine se ubica junto a la sala del KAL.
Pit of Doom
Pero aún hay mas, y es que el Brutal Assault cuenta con su propia casa del terror, el llamado Pit of Doom. Todos los días el festival organiza una procesión profana donde dos corderas son llevadas en procesión para el sacrificio diario en el Pit of Doom.
Una vez que concluye esa procesión, por un modico precio de 50 coronas (unos 2 euros) te podrás adentrar en las catacumbas de la fortaleza donde los miembros de la congregación te estarán esperando.
La experiencia no es nada del otro mundo, pero la ambientanción está muy conseguida. También vale la pena por ver las catacumbas de la fortaleza. De todas maneras, es una actividad complementaria que está bastante bien. Los horarios aproximados son desde las 12:30 de la mañana hasta las 7 o las 8 de la tarde.
La decoración y ambientación del festival
Hay que hacer hincapié en que una de las cosas más logradas del festival es la ambientación. Dentro del recinto se encuentran múltiples figuras y estatuas.
Cabe de destacar el espacio de las catacumbas, donde hay una serie de altares, uno muy mítico dedicado al gran Lemmy.
A parte y de manera temática llevan varias ediciones con una zona de Mad Max apocalíptica, donde actores forman parte de un elenco que a veces realizan espectáculos durante el festival.
Por último, nos queda hablar de los médicos de la peste, santo y seña del festival. Y es que por las alturas del festival suelen merodear una compañía de actores ataviados con disfraces de médicos medievales, compuestos por una túnica y una careta de médico de la peste, que generan momentos únicos debido a que suelen aparecer por el atardecer portando antorchas.
Actividades paralelas a la música
Uno de los aspectos a tener en cuenta es que, pese a tener un horario tan amplio para los conciertos, el Brutal Assault no solo es música. Hay muchas actividades paralelas a la música entre las cuales destacaremos las charlas, las exposiciones y los eventos especiales.
Cabe destacar que otras ediciones también contaban con zonas especiales como coches de choque o arcade, pero este año y debido a las pérdidas de la pandemia han recortado mucho en actividades paralelas más costosas.
Charlas
Todos los días, normalmente sobre las 2 o las 3 de la tarde, en el KAL se celebran charlas. Este año organizaron tres charlas: una al manager Andy Farrow, otra al CEO del Sea Shepherd, ONG que se encarga de la conservación marina, y por último hicieron un coloquio sobre rituales tibetanos.
Nosotros estuvimos presente en la charla con Andy Farrow, el cual estuvo hablando largo y tendido sobre la industria musical. Comentó cómo había cambiado a lo largo del tiempo, y de sus opiniones sobre los aspectos más importantes. Una charla bastante interesante que contó al final con un AMA al propio Andy Farrow por parte de los asistentes, en los que la mayoria de preguntas iban enfocadas a sus bandas y como podían mejorar su posicionamiento en la industria.
Exposiciones de arte
El arte también está siempre presente en el Brutal Assault. En sus galerías, justo antes de entrar al escenario del Bastión, tenía lugar una exposición distinta cada día. Las obras correspondían a autores que habían realizado tanto los diseños para el Brutal Assault como autores locales.
Eventos especiales
Por último, el Brutal Assault contaba con una serie de eventos especiales aleatorios que se anunciaban por la app cada día.
Entre ellos destacamos unas pruebas de habilidad que hubo en la zona de Mad Max, que tenían una multitud de pruebas variopintas, y que como premio podías ganar merch del festival.
Había un concurso para ver quién aguantaba más picante, una verdadera prueba titánica que tuvo bastantes participantes, y que el premio, nada más y nada menos, era un abono para el Brutal Assault 2023.
Afterparty
Para cerrar la crónica, vamos a hablar de la afterparty del festival, un evento dedicado a los locos que no les vale con cinco días de festival y quieren una última ronda de conciertos. Esta afterparty se celebra en un pequeño club en Praga, donde suelen tocar bandas ya presentes normalmente del último día por un precio bastante reducido de 350 coronas (unos 14 euros).
Lo mejor de la afterparty es el ambiente, puesto que en el club hay un gran patio interior donde poder conocer gente y rememorar el festival. Una experiencia que siempre que vayas al Brutal es recomendable, no solo por los conciertos, puesto que ver bandas como Voivod en un escenario minúsculo es una cosa casi imposible de hacer hoy en día, si no por el sentimiento presente en ese concierto de hermandad de haber sobrevivido a otra edición del Brutal Assault.
Conclusiones
Y hasta aquí un breve resumen bastante superficial de lo que te puedes encontrar en la Fortaleza de Josefov y todos sus pormenores. Como hemos podido relatar, el Brutal Assault es una experiencia bastante buena, no solo llena de bandas de todos los estilos bastante difíciles de ver por nuestro país, grupos de todos los continentes y todos los estilos, si no un festival que se disfruta en esas pequeñas cosas y comodidades, desde los descansos en el KAL hasta los conciertos de relax en el Natural Stand.
¡Muchas gracias por leer este artículo! Esperemos que os haya gustado esta reseña y ya sabéis, las entradas para el Brutal Assault ya están a la venta. No dudéis comentar este artículo y en seguirnos en nuestras redes sociales:
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