Otro año que no fallamos a nuesta cita en Oporto. Esta vez también nos apuntamos al Amplifest, un festival con una cultura propia que han mantenido por nueve ediciones, donde priman las bandas con una propuesta única y diferente. El grupo más destacado de esta edición ha sido SUNN O))), los padres del drone metal y que fueron la primera confirmación del festival.
El evento se desarrolló el fin de semana del 23 al 24 de septiembre, donde pudimos disfrutar de dos jornadas de conciertos sin descanso en el Hard Club, la base de operaciones por antonomasia de este festival y una de las mejores salas de conciertos de Oporto.
Localización
El Amplifest se celebra en la ciudad de Oporto, segunda urbe más grande de Portugal. El lugar elegido es el Hard Club, un espacio que no solo cuenta con dos salas de conciertos, sino que además tiene una gran variedad de servicios entre los que se encuentra un restaurante en la planta superior (NO MERCADO) y una increíble terraza para pasar los descansos de los conciertos, aprovechando el buen tiempo que reinó en la mayor parte del festival. También contaba con otras instalaciones, como su propia tienda de cervezas IPA.
Aparte de estos servicios, el festival se divide en tres zonas diferentes:
BÜROSTAGE. Corresponde con la sala grande del Hard Club, siendo una sala con un aforo de 1000 personas y que cuenta con dos plantas. La planta baja es la pista de la sala, y la parte elevada está equipada con sofás para descansar.
BEERFREAKS STAGE. La otra sala del Hard Club tiene una capacidad de 400 personas y es de una sola altura. Es una sala bastante más pequeña que la que albergaba el BÜROSTAGE. Pese a ser pequeña, el sonido de esta sala es bastante agradable en toda su extensión.
Cabe señalar que ninguna de las salas cuenta con foso entre el escenario y el público, lo cual te daba una de cal y una de arena, puesto que la sensación de cercanía en primeras filas era increíble, pero todo hay que decirlo: había muchos fotógrafos y muchas veces era bastante incómodo lidiar con ellos.
MARKET PLACE. En la parte central del Hard Club estaba emplazado el mercado donde se encontraba una gran gama de puestos de merch. Desde tiendas de vinilos portuguesas, a una tienda de pedales, una empresa de diseños… En la parte final central se encontraba la tienda oficial de merch con diferente material de las bandas (vinilos, pósteres, camisetas…) e incluso una camiseta del festival y una tote bag. Justo antes de todo este Market Place se ubicaba la office o taquilla del festival, que era la zona donde podías canjear las pulseras y que también se encargaba de los objetos perdidos y otros problemas que pudiesen suceder en el festival.
Horarios y actividades
El festival se celebró la semana del 23 y 24 de septiembre. Los horarios en ambas jornadas fueron iguales, empezando los conciertos a las 14:30 y acabando a las 2:30.
Como podemos observar, no hay solapes y, entre banda y banda, hubo siempre 15 minutos de separación para que los asistentes pudieran desplazarse de una sala a otra. Por lo general se tardaba como 5 minutos por el apelotonamiento de gente, o sea que daba tiempo de sobra, incluso podías descansar en la terraza.
El Amplifest también tuvo una serie de charlas denominadas Amplitalks, las cuales se celebraban en la parte de arriba del Hard Club. Este año acudimos a una entrevista en directo que realizaron con los cabezas de cartel Sunno)) en la que nos contaron tanto proyectos paralelos como ciertas curiosidades como anécdotas de sus colaboraciones con Boris.
Después de cada jornada del festival, en el BEERFREAKS STAGE podías disfrutar de diferentes sesiones de DJs que animaban el ambiente con los diferentes temas del festival.
Crónica
Una vez comentada la generalidad del festival, vamos a narraros cómo vivimos el festival. Fueron dos jornadas frenéticas que tuvimos el placer de disfrutar de principio a fin del evento.
Sábado, 23 de septiembre
Imagen de @amplifest_porto
Empezamos por BIG | BRAVE, una de las bandas que más ganas teniamos de ver, puesto que venían con uno de los álbumes que más nos han gustado de 2023, Nature Morte. De hecho, empezaron el concierto con el tema «carvers, farriers and knaves», una canción de este último disco y una obra intensa donde la voz de Robin Wattie se elevó a lo más alto. Poco a poco el concierto se convirtió más en un viaje espiritual con tonos densos y sonoros de sonidos estridentes y. si bien por estar demasiado cerca la voz se escuchaba bastante poco, era lo suficiente como para vivir intensamente la experiencia.
Seguimos por Ellereve, una cantautora alemana que nos proponía una musica con un post-rock intenso y una voz dulce y melodiosa que combinaba a las mil maravillas para convertirlo todo en una atmósfera muy melancólica, oscura y personal.
Imagen de @amplifest_porto
Continuamos con una de las actuaciones más singulares y únicas en un festival tan especial como el Amplifest, y es que la actuación de Arshenspire no dejó indiferente a nadie. Una tromba de sonoridad con sonidos de saxofón nos deleitaron en un concierto tan frenético y loco como sus integrantes. Literalmente, fue un concierto brillante en la que nos ofrecieron bastantes canciones del Hostile Architecture para concluir con una de sus mejores obras, Béton Brut en una oda al avant garde.
Y del caos pasamos a un mayor caos, dado que nos esperaba Hetta, una de las sensaciones del panorama portugués y que nos deleitaron con la mayor masacre del festival. Un concierto puramente de hardcore donde el cantante, una y otra vez, se movía frenéticamente por el escenario buscando al público y el stage diving. Un pit como nunca había visto en este festival, violento y movido, para una banda que, dicho de paso, sonaba más a hardcore punk que a mathcore, pero que fue una pura delicia de ver. Sin duda alguna, una de las sorpresas del festival.
Seguimos con uno de los platos fuertes del festival, y es que como hicieron en su visita con Mastodon la última vez que los vimos en 2017, Mutoid Man vinieron con ganas de guerra, esta vez presentando el Mutants y con Jeff Matz de High on Fire en el bajo. El resultado fue un concierto con una tremenda calidad y con un setlist variado, el cual se enfocó en su último trabajo con temas como «Call of the Void» o «Siren Song». El concierto tuvo unos contratiempos que al final no alteraron el resultado; la calidad del sonido fue bastante buena y, quitando que tuvieron que repetir la intro de «Bridgeburner», por lo demás el gran Stephen Bronsky nos deleitó con su ácido humor y Mutoid Man nos deleitaron con sus clásicos «Date with the Devil» o «Kiss of Death».
Continuamos con los franceses Celeste, una de las propuestas más visuales del festival, y que siempre nos maravillan con esa combinación entre luces rojas y humo, y la cual pudimos vivir en la altura del BÜROSTAGE. Como siempre Celeste estuvieron arrolladores, con ese sonido tan tosco y potente. Y de ahí pasamos a otra banda también única, los finlandeses Hexvessel nos traían su folk psicodélico a Portugal. El concierto fue bastante íntimo con sus canciones más lentas como «Eternal Meadow» o «Older than the Gods» y, aunque se hizo un poco pesado, lo compensó la calidad de estos druidas modernos.
Por último nos quedaba el concierto de Amenra, una banda que vino a completar su actuación acústica de 2022, dado que les faltó uno de sus componentes sometido a una cirujía de última hora. Esta vez sí que nos dieron hora y media de intensidad, mezclado con esas atmósferas tensas de sus canciones. Fue un concierto que gozó de un sonido espectacular y una actitud como siempre encomiable de una de las mejores bandas belgas del panorama. El setlist fue totalmente variado tocando casi canción por disco, y con clásicos como «A Solitary Reign» o «Am Kreuz».
Domingo, 24 de septiembre
Empezamos el domingo con una buena ración de death. Aeviterne, una joven banda estadounidense, nos ofreció una versión bastante única de lo que el tech death podía ser con una propuesta bastante inusual de mezclar este subgénero con noise, que daba como resultado un sonido bastante raro pero que convencía en directo. Un buen descubrimiento para un nuevo día.
Seguíamos con otra propuesta bastante inusual, un duo llamado Divide and Dissolve, que mezclaba tres instrumentos: saxofon, guitarra y batería, para darnos un anticipo de un sonido estruendoso y potente. Un concierto bastante atmosférico pero que en momentos se hizo bastante plomizo.
Y vino la calma antes de la tempestad. Esben and the Witch fue un soplo de aire fresco para un día bastante espeso. Un grupo de post-rock que destacaba por un sonido inmaculado y una voz totalmente arrolladora que nos llevó a un estado de éxtasis como no habíamos vivido en todo el festival. Un concierto que nos cautivó a lo largo de la hora que tocaron y que en momentos se volvió más íntimo por la increíble complicidad de todos sus integrantes. Sin ninguna duda, fue una grata experiencia que nos brindaron esta banda de Brighton.
Llegó el plato fuerte de la noche. Teníamos la suerte de contar con una banda única, la cual venía de un concierto en el mítico festival Roadburn, tocando con exclusividad europea: los canadienses Ken Mode. Para aquellos que no los conozcan, Ken Mode son una banda que combinan a la perfección hardcore y post-hardcore con noise, creando una telaraña oscura y psicótica de música violenta, aderezada con saxofón. El concierto, como no podía ser de otra manera, fue una masacre en el buen sentido. Sus músicos tuvieron una actitud totalmente demente, moviéndose frenéticamente por el escenario, parecían poseídos por su propia obra. Presentaban una de sus ultimas obras, VOID, pero solo tocaron «The Shrike» por desgracia. Aún así, pudimos disfrutar un repertorio de su discografia con bantantes canciones de su ópera prima Loved, como «Feather and LIps», cuyo intro a grito pelado me erizó los pelos del brazo. Sin duda alguna, para mí fue el concierto del festival.
Completó la noche Sunn O)), una banda instrumental considerada como los padres del drone metal. Su música consiste en un sonido constante y pesado de dos guitarras, el cual es meramente instrumental. Fue un concierto que, por estar terriblemente abarrotado y ser bastante largo (dos horas), nos espantó a los treinta minutos de concierto, que por otra parte estaba siendo bastante plomizo y agobiante. Eso sí, hay que destacar el potentísimo arsenal de amplificadores que llevaron al escenario, porque el sonido de la banda se escuchaba incluso a más de 100 metros de la sala.
Conclusiones
Tercera edición que disfrutamos del Amplifest, y desde luego ya nos han ganado. Estamos ante uno de los mejores y más únicos festivales de la península, al cual tenemos una fe ciega que va a ser grandioso. Ya tenemos nuestras entradas para la décima edición, que ya han salido a la venta, y que este año se celebra en el aniversario de la creación de su promotora independiente Amplificasom.
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