Jeff Scott Soto sigue creciendo
Siempre es una grata noticia recibir un nuevo trabajo del neoyorquino más prolífico y polifacético de las últimas décadas. Jeff Scott Soto, actual cantante del supergrupo de metal progresivo Sons of Apollo, y ex vocalista de tantos otros grandes nombres del panorama hardrockero como pueden ser Talisman, W.E.T. o Axel Rudy Pell, nos deleita con su nuevo lanzamiento titulado Wide awake (In my Dreamland). Y evidentemente, no lo hace sólo, sino que viene acompañado por un gran grupo de músicos: Alessandro del Vecchio (teclado, bajo, coros, productor, co-compositor, y amigo íntimo de Jeff), Fabrizio Sgattoni (guitarra), Edu Cominato (batería) y August Zadra (corista y guitarra en el tema Between the lines).
Estilo del álbum
Si tenemos que etiquetar este trabajo dentro de un estilo o género musical, lo más correcto sería tildarlo de rock melódico, aunque como veremos posteriormente, disfrutaremos de cortes que van desde el hard rock clásico y potente de corte ochentero, hasta pistas excesivamente melódicas y de naturaleza AOR.
Para abreviar, podríamos decir que este trabajo sería una especie de resumen o recopilatorio que navega por las distintas etapas creativas de nuestro vocalista. Se podría decir que pasa por todos los grupos en los que ha militado, pero con la principal característica de que nos encontramos con temas de nueva creación.
Antes de entrar en materia y comenzar con el análisis tema a tema, tengo que puntualizar que después de la primera escucha completa del trabajo, y exceptuando cuatro o cinco canciones que me llamaron poderosamente la atención, la sensación que tuve fue algo fría. Nada más lejos de la realidad. Después de darle varias escuchas, el álbum gana muchísimo, y acabas encontrando nuevos matices o referencias que pueden pasar desapercibidas a las primeras de cambio, por lo que es un trabajo que se presta enormemente a la reescucha.
Desgranando las canciones
Someone to Love es la encargada de abrir el redondo. Comenzamos con unas guitarras potentes, pero a la vez muy melódicas, lo que será la tónica de todo el álbum. Jeff canta con ese timbre rasgado tan característico, y Alessandro del Vecchio lleva a cabo una enorme labor a los coros. Un tema rápido, adictivo, fácil de digerir y que nos deja con ganas de más.
En Mystified, Edu Cominato nos da la bienvenida en un tema muy marcado por su trabajo tras los parches. La guitarra de Fabrizio Sgattoni (¡vaya descubrimiento lo de este señor!), el bajo y coros de Del Vecchio nos transportan a un tema que nos recordará a grandes grupos hardrockeros de la talla de Mr. Big. Un estribillo macarra, pegadizo y con una preciosa melodía vocal por parte de Jeff Scott Soto, nos hará pensar sobre el poder del amor, una de las principales fuentes de inspiración para Soto a la hora de componer la mayoría de cortes que configuran el álbum.
Y es que con Love’s Blind llegamos a uno de los grandes temas del disco. El gusto por la melodía es la tónica general en esta canción, la cuál navega entre el rock melódico y el AOR. Un himno recién parido gracias a la calidad de la dupla Soto-Vecchio a la hora de escribir, y que apunta a convertirse en una fija en sus directos.
Sin tiempo para respirar, conectamos con la íntima y preciosista Without you. Una grandísima balada marca de la casa donde Jeff Scott Soto pone de manifiesto la madurez compositiva que ha alcanzado con el tiempo. Es de justicia hacer referencia al tremendo sólo que se marca Fabrizio Sgattoni en la parte final del tema. Sin duda, uno de los que más feeling consiguen transmitir a lo largo de todo el compacto.
He de reconocer que me ha costado elegir cuál sería el mejor tema de todo el trabajo. Pero si tengo que elegir, Lesson of Love tendría muchas posibilidades de serlo. Con esta tremenda pieza pasamos de nuevo a la senda del hard rock melódico, como marcan los cánones. En este corte todos los instrumentos brillan por sí mismos, destacando una batería muy poderosa, unas líneas de bajo muy presentes y unos arreglos que se traducen en un sonido limpio, nítido, pero contundente.
Con Paper Wings nos adentramos en el ecuador de la obra. Y qué mejor manera de hacerlo que con uno de los temas más potentes y hardrockeros del mismo. Los riffs de guitarra son de los más pesados en todo el larga duración, y la labor del teclado nos retrotrae a la década de los 80 en su máxima plenitud. El trabajo de Jeff Scott Soto a las voces en este corte es de sobresaliente.
Volvemos a tener presente ese sonido de guitarra macarra, incluso funky, tan típico de Paul Gilbert en el tema Love will find a way. Con uno de los mejores estribillos de todo el trabajo, y un Jeff Scott Soto cantando como los ángeles, nos encontramos con el tema que desde mi punto de vista le disputaría a la anterior Lesson of Love el premio a mejor composición del compacto. Hard rock melódico de la vieja escuela con un nivel de talento y de creatividad musical altísimo.
Between the lines nos abre la puerta al tema más íntimo y de corte AOR de toda la obra. Una nueva balada (la mejor del trabajo para el que escribe) marcadamente preciosista, íntima y romántica, con un sólo de guitarra que recordará en parte al trabajo de Slash en las grandes baladas de G’n’R. Grandísima labor de August Zadra, capaz de crear una atmósfera melódica, coral y sentimentalista, y que conecta casi sin pedir permiso con Living in a Dream, otro de los trallazos del álbum.
Y es aquí, con Living a Dream, donde se nos viene a la mente ese poso y ese regusto a los grandes clásicos de Talisman, con unos coros muy trabajados, unas guitarras rápidas, alegres, y un estribillo con la pegada suficiente para meterse en tu mente y no salir de ella en todo el día. Otro gran himno que nos regala el de Brooklyn y los suyos.
El tema que da nombre al disco, Wide Awake (In my Dreamland), comienza con una guitarra con un sonido slide, típicamente americana (o sureña, si se prefiere), que pronto enlaza con un riff pesado y potente, dando paso a la voz de nuestro vocalista. Vemos que canta de una forma pausada y lenta, pero que pronto sube su tono vocal al ritmo del crescendo instrumental. Uno de los cortes más crudos y viscerales de todo el trabajo.
Para cerrar la obra, con Desperate el cuartero nos regala una pieza con unas guitarras tremendamente potentes que crean una atmósfera pesada, oscura, incluso densa, en consonancia con el tema anterior, en la que el neoyorquino acompaña con su portentosa voz. En el tramo final del corte disfrutamos de un gran sólo de guitara, de lo más destacado del tema.
Como comencé diciendo, este álbum bien puede interpretarse como un resumen a la extensa y productiva carrera de Jeff Scott Soto. Un regalo para los amantes de su arte, de su voz, y que encontramos en él a uno de los discos de hard rock melódico de referencia en este aciago 2020. No es más que la confirmación, si es que no era ya algo evidente, de que la historia del hard rock está ligada a la voz del estadounidense, y que de seguir en esta línea de madurez vocal y compositiva, nos queda historia para rato.
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