Crónica Feuerschwanz + Die Apokalyptischen Reiter + Illumishade. Grugahalle, Essen 2024

El sábado 14 de diciembre de 2024 nos hicimos una escapada navideña a Alemania, a Essen, para disfrutar del 20 aniversario de Feuerschwanz, anunciándose como el festival de hidromiel más grande de todos los tiempos, y en compañía de las bandas Die Apokalyptischen Reiter e Illumishade como sus teloneros para animar la fiesta.

A Feuerschwanz ya los habíamos visto este pasado mayo en Colonia, en su gira Fegefeuer, pero no podíamos dejar que terminase el año sin nuestro último concierto en el extranjero de forma épica y lleno de fiesta, aunque para ser sinceros, yo personalmente acudí a la cita para ver a los invitados Die Apokalyptischen Reiter, una buena escusa que llevo siguiendo desde 2018.

Vamos con la crónica:

El cartel y horarios

Los amantes más folkies y seguidores de la banda Feuerschwanz desde sus inicios, o quizá amantes de la mixtura de géneros que hace Die Apokalyptischen Reiter o los apasionados Illumishade, estaríamos de suerte por poder verlos todos juntos en una misma fecha.

El cartel de para el 20 aniversario de los alemanes fue:

En el Grugahalle, en Essen, abriendo puertas a las 17:30 h con un casi lleno absoluto (6 mil personas), y con todos sus horarios bastante puntuales, se llevaron a cabo los siguientes conciertos:

Crónica de los conciertos

A continuación, vamos a detallar las actuaciones de las bandas y qué nos parecieron desde un punto de vista totalmente personal:

Illumishade

La banda paralela de Fabienne Erni y Jonas Wolf (Eluveitie), serían los encargados de calentar el ambiente. Y es que los suizos Illumishade, aun siendo muy noveles, con la creación de la banda en 2019 y una pandemia por medio ya tienen dos discos, el último de este febrero de 2024: Another Side of You que ha cuajado bastante bien. Y así nos lo venían a demostrar en Essen tocando un puñado de canciones.

Las luces se apagaron a las 18:43 h, salen a escena un minuto después comenzando con una parte de la instrumental «Enter the Void», para la posterior entrada de Fabienne y comenzar a cantar «ELEGY», una canción lenta, profunda y sentida, sobre todo con ese «My love is innocent» del estribillo apoyándose en su compañera del sintetizador a los coros. Se luce el guitarra en el solo instrumental. Esta canción, algo suave y de cinco minutos, inaugura el inicio de esta fiesta.

Su cantante dijo unas palabras de agradecimiento por la invitación en alemán y también nos agradeció haber venido a todos nosotros . El joven grupo sigue con una canción más cañera que inicia con el piano y acabarían cantando todos en los coros, salvo el batería. Bajos más potentes y más headbanging para «ENEMY». Su vocalista gritaba «Hey, hey, come on», el público responde. Estamos vivos, calentándonos bien después de la larga cola para entrar al recinto pasando un gran frío a las puertas.

Aumentaría el ritmo para la tercera, aunque todas sean de estilo más bien relajado y con mucho sentimiento, «Crystal Silence». Se intercambian posiciones por todo el escenario, el bajista, vestido como auténtico ochentero con brillantes en su blusa, tanto brillo como el mástil del micrófono de la cantante, se juntó con nuestra protagonista pelirroja para cantar y tocar mirándose simultáneamente.

Gran sonido durante todo el concierto, llegaría una balada muy melódica con «Rise», que puede llegar a poner los pelos de punta de lo bien que canta y te hace sentir y su bonita letra «I will survive, try and break me, I will guard my home…». Batería más relajada para esta balada.

Illumishade me recuerda a Ad Infinitum o Amaranthe en algunas partes, pero con una única voz principal femenina y algunos tonos más agudos. No tocarían mucho en la noche de hoy, unos 25 minutos justitos de concierto, eso sí, haciéndolo con gran clase y profesionalidad.

Nos tocarían dos temas más para cuando ya el recinto estaba lleno, y así se notó con el buen entendimiento con nosotros a las palmadas para «Tales Of Time» y esos guturales que a mí particularmente me sorprendieron, ya que rompían con la habitual regla que tenían de ser tranquilitos.

Acabarían con la más potente y quizá de sus mejores canciones o, al menos, una de las que más me gustaron, «World’s End», que podría encajar en alguna banda sonora de película intensa y dramática con ese fin del mundo. El fin de Illumishade sería a las 19:12 h.

Sus integrantes son:

Gran actuación, me sorprendieron para bien en directo, bastante mejor de lo esperado, e hicieron un corto pero excelente show.

Die Apokalyptischen Reiter

Llegaría uno de los momentos más esperados para mí del año, un año en el que podido ver a dos de mis bandas favoritas que las tenía pendientes desde hace mucho tiempo, una AC/DC doblemente y en Gruganhalle (Essen) a estos alemanes de mezcla rara que le gustan hasta a mi hermano (no metalero), los Die Apokalyptischen Reiter.

Después del montaje del escenario: un timón para el mástil en el centro, unas letras gigantes por detrás del grupo que estarían colocadas ligeramente desplazadas hacia un lado, sin deja verse todo el largo nombre. También, unos mástiles para los micrófonos rojos y oxidados, como si hierros de barco se tratasen, y unos grandes tambores (gongs) a ambos lados de la batería.

Esta expedición marítima o este concierto estaría bendecido por un extra (persona de su staff) vestido con una capa negra con gorro y que portaba un incensario de mano (mini botafumeiro) que iría esparciendo ese humo cargado de un intenso incienso por todo el escenario, mientras sonaba de fondo la intro de «In nomine Patris et Filii et Spiritus Sancti».

A las 19:40 h, entrarían en escena los cuatro jinetes del apocalipsis, uno de los grupos de mi adolescencia capaces de mezclar estilos varios como el death, folk, heavy o el groove metal y con «Volle Kraft», donde Fuchs (cantante), con su barba recogida, haría uso de una larga capa blanca, como si de sacerdote se tratase, y colocado sin moverse, estático, enfrente del timón cantaría la canción, un tema que a mí particularmente me recuerda por momentos a Rammstein. Acabaría deshaciéndose del mástil con el timón tirándolo al suelo (no le daría más uso en todo el concierto) y utilizaría el micro directamente en su mano para seguir cantando lo que quedaba de show.

Para el segundo tema «Es wird schlimmer», también se despojaría de la capa blanca dejando a la vista sus pantalones con tirantes y camisa, y ya empezaría a moverse muy, pero que muy activo por todo el escenario. Headbanging en las partes instrumentales (obviamente sin melenas al viento para el vocalista, ni para el guitarra) para los coros de todos con ese gran «schilimmer» y «besser», y el grito final desgarrador «dann wetzen wir die Messer». Potentísima canción que deja sin aliento a cualquiera que quiera seguirla.

El público, me sumo como miembro principal que lo representa, me sentí más que feliz con la siguiente canción, una de mis preferidas y que más deseaba escuchar y vivir en directo «Der Alder», ¿quién no conoce este temazo? Sin duda de las más coreadas de la noche. Gran energía, fuerza y pasión de sus integrantes en el escenario sin apenas parar.

Ya feliz, pudiéndome morir tranquilo, seguirían con dos grandísimas canciones, también de mis preferidas «Herz in Flammen» y «Revolution». Saltando sin parar y con un sonido perfecto hasta el momento, sin perder fuerza ni voz. Volk-Man estuvo soberbio al bajo, gustándose y liderando todo el concierto a su instrumento. No se puede montar una revolución sin bengalas, y en Alemania son muy habituales (en los partidos de fútbol, por ejemplo), pues Fuchs acabó encendiendo una bengala y levantándola para hacernos a todos partícipes de esta rebelión que entra en uno de sus mejores discos Riders on the Storm.

Después de todos estos hits, respiraríamos con uno menos conocido para mí y algo más lento, «Die Boten», el cual enlazarían con una sesión de batucada contra los tambores situados al lado de la batería a buen ritmo por parte de Funch y Volk-Man y su batería al centro.

Y volvería a explotar todo con la rapidísima «Friede Sei Mit Dir» y sus famosos riffs de guitarra, y el tremendo gutural posterior tan profundo. Saltaríamos a Samurai para la animada «Die Sonne scheint», y ese ritmo tan pegadizo que te invita a saltar y moverte sin parar con cara de felicidad, como así lo demostraban sus integrantes. No faltó el fantástico «Lololo lololo» de todo el público, o el culo contra culo de los artistas. En «Auf und nieder» nos invitaron a todos a agacharnos para saltar al unísono, empezando a vitalizar la fiesta de manera enorme.

Quedarían dos y ya después del discurso en un alemán perfecto (que por supuesto no entendí nada) y dando el mayor respeto por la invitación a Feuerschwanz, llegaría el momento de pedirnos más colaboración con el wall of death y el pogo para la rápida, potente e intensa «Du Kleiner Wicht». Por supuesto, me adentré a ello, sin apenas mucho espacio (estaba el recinto a reventar) y donde me lo pasé de coña. Aunque pude notar que el sonido empeoró a partir de esta, elevándose demasiado los bajos. Acabarían con una más tranquila y sentida, rozando la balada como es «Wir reiten», acabando a las 20:31 h de reloj.

Se me hizo cortísimo, necesito ver su espectáculo completo como cabezas, me faltaron muchísimas canciones y no me queda otra que desear verlos por nuestro país pronto para poder escuchar «Seeman» o su famosa versión de «Ghostriders in the Sky». Acabé agotado y muy feliz.

Sus artistas son:

Volk-Man — Bajo
Daniel «Fuchs» Täumel — Voz
Rohgarr — Batería
Titus Maximus — Guitarra